Frente al silencio.

Frente al silencio.

martes, 21 de noviembre de 2017

Martín Lucía




Sólo el aire.
Entre nosotros,
entre el perfil de los vientres,
sólo el aire.
Y así esperamos.
Obvia, mas no olvides,
que es la calle barricada,
que hay dolor en los niños,
que hay lunas con llanto de plomo.
Y deja sólo el aire.
No más que el aire.
Y a la espera el roce,
el gesto,
el tintineo.
Y a la espera tú,
yo,
los cuerpos.






Te miro como quien mira
aquello que su vida lleva esperando.
Y te digo "Amor, ven a mí".
Y te engaño.
Porque el amor es amar ideas,
que no nombres.
Y te digo "Amor, te estaba buscando".
Y te engaño.
Porque el amor no fue buscarte,
sino saber que te necesitaba.
Porque amar es admitir
que siempre sumamos
idéntica sombra,
que el desamor no es el final,
que es sólo el principio.
Uno no ama unos ojos,
ama una mirada.
No ama unas manos,
ama un tacto.
No ama un pecho,
ama una entrega.
Y, aun así,
te miro como quien mira
aquello que la vida
lleva esperando.
Está el aire compuesto
de tu presencia en luz.







No es el dolor de la pérdida.
Confieso.
No es el esquivar calles.
Ni el desaprender besos.
No.
Es aceptar que tus ojos dibujan un nombre,
que tu espalda recibe unas manos,
que tus dedos enmarañan un pelo.
Y que no sean los míos...
aunque yo lo propiciara todo.
Que no es el dolor de la pérdida.
Te digo.






Es idéntica la ciudad.
Su largura de ausencia.
Los niños muertos en flor.
Las madres sin manos.
Idéntica.
Es idéntica la ciudad.
Y yo la atravieso.
Como días atrás.
Pero hoy llevo sal.
Como cuando la caricia
era voraz y prolongada,
hábito involuntario.
Mas hoy no me sueño aire.
Tampoco agua.
Atrás quedó el huracán,
el vergel en el pecho.
Amanece en mí
la cicatriz de mi nombre.
Soy hueso. Carne. Átomo.
Sumatorio de soledad.







Martín Lucía. "El desamor es sólo el principio". 2017, Ediciones En Huida.




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