Frente al silencio.

Frente al silencio.

jueves, 5 de octubre de 2017

Diego Álvarez Miguel




Le di la espalda a todos los ídolos, a Dios y a las grandes empresas, al dinero y al amor, a la familia y a los amigos, me eché a la carretera, con la cara llena de granos y rastas en el cogote, con mis pantalones anchos, mis calcetines bajo la lengüeta, mis discos de rap y mis mancuernas. Quise vivir el sueño, galopar hacia el éxito, convertirme en un hombre sin saber exactamente lo que era ser un hombre. Me eché a la carretera creyendo que la juventud merecía una aventura, que la pobreza no iba conmigo, que aquel fracaso congénito se corregiría por inercia. A todos se lo dije: <<Estad tranquilos, volveré y todos sabrán mi nombre>>.

Pero he vuelto, y nadie se acuerda de mí.

***


Supongamos que esto ocurre a los veintiséis años, que algo extrae la pasión, el ímpetu, la obsesión, de todo lo que nos rodea como se extrae la sangre de los cuerpos, con una jeringuilla o con un tajoy que no queda más que pura química en las cosas. Supongamos que en un momento dado de nuestra vida descubrimos que ya no hay secretos para la ciencia, que para todo hay fórmula y una definición, que todo el plano de la emoción puede deducirse a partir de una serie de axiomas.

1 El amor no es más que una mezcla de dopamina, seretonina y oxitocina, además de testosterona, adrenalina, vasopresina y, sobre todo, feniletilamina.

2 Hay un mecanismo de control en el hipotálamo anterior que regula la fiebre.

3 Ante una herida, del tipo que sea, la serotonina, la histamina, el potasio, las postraglandinas, etcétera, son liberadas en el área que rodea a los nociceptores y los sensibiliza en un estado de hiperalgesia (del griego, <<gran dolor>>).

4 El asco se origina en la amígdalas cerebrales, que pertenecen al sistema límbico.

5 La baja en los niveles de norepinefrina, una sustancia que puede funcionar tanto como neurotransmisor o como hormona, se encarga directamente de la tristeza.

6 El odio, esa ponzoña, viene dado en función de los niveles en nuestro cuerpo de serotonina, que funciona como inhibidor del enfado, de la temperatura corporal, de la ira y de la agresión.

7 El dióxido de carbono incrementa la acidez cerebral, que a su vez activa una proteína del cerebro que desempeña un papel importante en la sensación de miedo y ansiedad.

8 La alegría, esa red delicada, está producida por un neurotransmisor llamado dopamina. Bajos niveles de esta sustancia están relacionados con una disminución de nuestra sociabilidad.

Pero entonces, yo me pregunto, ¿qué hay de la belleza, de la duda, del misterio?

***








¿Cómo puede ser esto la derrota
si tengo el mar frente a mis ojos?






Diego Álvarez Miguel. "Meh". 2017, Valparaíso Ediciones.


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