Frente al silencio.

Frente al silencio.

lunes, 6 de abril de 2015

Roger Wolfe.




LA ESPERA



Fumo un cigarrillo
de media mañana
en la terraza.
Los árboles del parque
siguen mudando de color,
mientras el mundo ruge,
cerca y lejos,
en mil focos de conflicto.
Pero la calle
está llena
de gente endomingada.
Es fiesta: día uno
de noviembre.
Una hermosa mujer
baja por la acera,
resplandeciente de poder
y de belleza.
No sé muy bien qué hago aquí.
Nunca lo supe.
La espera
continúa.







VERDADES MATEMÁTICAS



Tú y yo, está visto
somos líneas paralelas.

A mí de pequeño me dijeron
que dos líneas paralelas
se hacen secantes
es decir: se cruzan
en el infinito.

Vamos a tener
que armarnos de paciencia.











LA LLAMADA DE LA ESCRITURA



Necesidad de escribir, pero ¿de escribir qué?
Es bueno ser poeta. Pero la poesía
es una espera permanente; una sucesión
de tiempos muertos que de vez en cuando alumbra
la llama más o menos viva de una vela.
El escritor necesita sus cámaras y acción;
una continuidad gozosa de la idea en desarrollo.
Las palabras deben ser el río que nos lleve.
Hace tanto tiempo que no fluye este río
que ya dudo que un día sus aguas me arrastraran.
Dudo de mi nombre. Dudo de mis manos. Dudo
incluso de mi rostro; los espejos me devuelven sobresaltos.
Necesidad de escribir. Necesidad de volcarme
de nuevo en el caudal de la escritura.
Necesidad de escribir. Cualquier cosa. Lo que sea.
Ser pura corriente de caudalosa letra impresa.







TÓMATE TU TIEMPO



Un mirlo que canta en ese árbol
poco antes de que llueva.
El árbol está ahí abajo,
al pie de mi ventana.
Siempre un árbol,
siempre un mirlo,
siempre una ventana.
Siempre el alto cielo gris.
Es asombroso, cómo nunca
llego a cansarme de esto.
El puro karma del momento.
El puro karma de escucharlo.







Roger Wolfe. “Gran esperanza un tiempo”. 2013, Renacimiento.



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