Frente al silencio.

Frente al silencio.

sábado, 21 de marzo de 2015

J.M. Fonollosa.



II




        BROADWAY


Basta un paso en la calle o en el Subway
o en una alta azotea. Un simple paso.
O bien una presión en una lama
afilada de acero. O un gatillo.

    Es una solución sencilla y rápida.

    A veces el ganar parece pérdida.
También la oscuridad huye del sol
pues más le dañaría hacerle frente.
Un paso. Una presión. Todo resuelto.







        SPRING STREET


No me vengan con cuentos. Que la vida
es algo espiritual y, por lo tanto,
superiores los bienes del espíritu.

   Que el ser útil, cuidar a los enfermos,
el teatro, la pintura, libros, música,
los deportes, el cine, el gran dinero...
el ánimo lo colman de delicias.

    No me expliquen historias infantiles.

    El deleite supremo es el orgasmo.
Lo demás son tan sólo leves signo,
pobres insinuaciones del placer
que uno obtiene acostándose con chicas

    y eyaculando en ellas como un dios.
Para otros esos gustos secundarios.
Para mí el goce intenso: la mujer.








        BROOME STREET


El adjetivo <<bueno>> se utiliza
para calificar a las personas
y cosas que en principio me disgutan.

    El adjetivo <<malo>> se utiliza
para calificar a las personas
y cosas que en principio a mí me gustan.















        WEST 35th STREET


¿Por qué sigo empeñado en encontrar
la mujer que imagina uno en su mente?
Y, además, ¿es que existe esa mujer?

    Muchos ya descubrieron al principio
que esa mujer no existe. Al darse cuenta
buscaron al azar una cercana.

    Renunciaron al sueño y se adaptaron
a una pequeña dicha y su tristeza.
La vida no da más, seguramente.







        WEST 42nd STREET


Las mujeres, comida, porros, coches
y honores se consiguen con dinero.
El dinero es, por tanto, lo importante.
Lo que hay que conseguir de inmediato. Ahora

    No voy a ser como esos que recogen
pedacitos de dicha poco a poco
y al cabo de los años han reunido
un mísero caudal. Yo lo quiero ahora.

    De una vez. Mi ración entera, aprisa,
para ya consumirla y disfrutarla.
Mariscos, coches rápidos, botellas
de whisky y bellas chicas para mí. Ahora.

    El porvenir mañana es la esperanza
del fracasado de hoy- Yo triunfaré ahora.
No me preguntéis cómo. No me importa
el cómo sino el cuándo. Y cuándo es ahora.







        ENVÍO


No te conoceré. No sabré nunca
del color de tu piel ni tu estatura.
Pero te siento cerca, pese al largo
trecho que me separa de tu siglo.

   Tú eres como fui, pero más perfecto.
Y tienes el acceso a todo cuanto
hondamente deseé sin conseguirlo.
Pero se te da a ti. Deja que diga:
<<A mí también>>. Contigo. A través tuyo.

    Piensa que no estás solo, ya que tienes,
en tus manos están, tus mis ideas
y compruebas que yo ambos sentimos
urgencia en aplicar lo necesario.
Y está la solución a tu a mi alcance.

    No habrá reproches luego, ni tampoco
elogios. Es mejor de esta manera.
Muchos no entenderían las razones.
Incluso, de preverlo, lo impidieran.
Y es amor lo que impulsa tu mi gesto.

    Y alguien tiene que hacerlo ¿Por qué no
yo? ¿Ves? Vamos juntos. No estás solo.
Yo te estaba esperando aquí en tu tiempo.
Puedes imaginar cuánto he soñado,
por tanto, en nuestro encuentro. En este instante.

    Porque ha llegado el día en que es posible
realizar lo imposible en mi momento.
No vaciles. Actúa. Sé valiente
y generoso. Sé no me interpretes
mal, sé cual Dios, aquel mi Dios antiguo.

    Seguramente el vuestro es diferente.
Y crea tú la nada al descrear,
hasta su última esencia, esa materia
donde anida el dolor: el Universo.








J.M. Fonollosa. “Ciudad del Hombre: New York”. 1995, SIRMIO, Quaderns Crema.



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